A menudo nos preguntan…¿qué hacéis en Aire Libre con los niños/as qué trabajáis con ellos, por qué se van tan preparados al cole de mayores? Para poder responder a esta pregunta es imprescindible comenzar explicando nuestra metodología, nuestra “ manera de trabajar “.
Desde que el equipo de profesionales de la escuela inició su andadura trabajamos para que todas las compañeras sean capaces de interiorizar este modo de trabajo para poder seguir trabajando por una escuela infantil de calidad.
Entendemos por metodología el "modo de hacer", los medios que se ponen en práctica para llegar a los objetivos propuestos y para tratar los contenidos que les corrresponden.
La metodología determina la práctica diaria, responde a la pregunta "¿qué hago en mi aula, qué hago con los niños/as?".
El hecho de que la intervención educativa con los niños/as menores de tres años, esté estrechamente ligada a la satisfacción de necesidades primarias, no hace menos necesaria la estructuración de una metodología. Al contrario, la manera de hacer y organizar la vida de los niños/as es mas importante cuanto más pequeños son, pues la influencia del medio es más determinante en la delicada etapa de la vida que son los primeros años.
Hay algo que tienen en común los niños y los filósofos: la curiosidad y el asombro ante todo lo que les rodea. Tanto unos como otros no dejan de preguntarse constantemente no sólo qué son las cosas que están ahí, a su alrededor, sino también por qué y para qué están.
A menudo nos preguntan…¿qué hacéis en Aire Libre con los niños/as qué trabajáis con ellos, por qué se van tan preparados al cole de mayores? Para poder responder a esta pregunta es imprescindible comenzar explicando nuestra metodología, nuestra “ manera de trabajar “.
Desde que el equipo de profesionales de la escuela inició su andadura trabajamos para que todas las compañeras sean capaces de interiorizar este modo de trabajo para poder seguir trabajando por una escuela infantil de calidad.
Entendemos por metodología el "modo de hacer", los medios que se ponen en práctica para llegar a los objetivos propuestos y para tratar los contenidos que les corrresponden.
La metodología determina la práctica diaria, responde a la pregunta "¿qué hago en mi aula, qué hago con los niños/as?".
El hecho de que la intervención educativa con los niños/as menores de tres años, esté estrechamente ligada a la satisfacción de necesidades primarias, no hace menos necesaria la estructuración de una metodología. Al contrario, la manera de hacer y organizar la vida de los niños/as es mas importante cuanto más pequeños son, pues la influencia del medio es más determinante en la delicada etapa de la vida que son los primeros años.
Hay algo que tienen en común los niños y los filósofos: la curiosidad y el asombro ante todo lo que les rodea. Tanto unos como otros no dejan de preguntarse constantemente no sólo qué son las cosas que están ahí, a su alrededor, sino también por qué y para qué están.
Edades
1 a 2 años
Tamaño de la clase
13 niños / niñas
Desde el nacimiento se va formando el entramado neuronal que permite la estructuración de los contenidos psicológicos (proceso de sinaptogénesis); es precisamente la estimulación medioambiental, y el entrenamiento un factor importante que contribuye a que se vayan formando estos circuitos. Esta etapa del ser humano está cuajada de periodos sensitivos de desarrollo los cuales deben ser aprovechados de forma óptima para la educación.
La relación con el adulto, su palabra cariñosa, el uso de objetos en el proceso de satisfacción de necesidades hace que el niño/a comience a apropiarse del nombre de los mismos, aunque no sea capaz de pronunciarlos. La comprensión del lenguaje adulto le permite una mejor relación con este y con el mundo y lo inicia en el proceso de la socialización.
En las aulas de un año todos los materiales están a disposición del niño/a, a su altura y clasificados para satisfacer el desarrollo sensorial del niño/a ya que a través de los sentidos se inicia la vida del niño/a con el mundo y con las personas que le rodean, estos estímulos multisensoriales: visuales, auditivos, olfativos y táctiles van unidos al proceso evolutivo integral.La variedad de material es importante, así como su limpieza y cuidado.
En la etapa de suelo , las aulas están preparadas para recibir a estos niños/as: las educadoras van descalzas por la clase, para tener mayor movilidad por los espacios sin estorbar a los niños/as, el ambiente debe ser relajado y tranquilo, los movimientos de los adultos pausados, en resumen debemos crear un clima propicio para que el niño/a se sienta feliz en el entorno escolar.
Edades
2 a 3 años
Tamaño de la clase
20 niños / niñas
Los niños/as de las aulas de 2 – 3 años tienen un amplio bagaje educativo, ya que son niños/as que ya han estado un curso en la escuela; han interiorizado perfectamente los hábitos, rutinas diarias, se sienten seguros, confiados, conocen perfectamente los espacios así como a las educadoras de la escuela.
Por otro lado la relación familia – escuela también está consolidada, es decir, durante el segundo año de escolarización del niño/a empezamos a ver los frutos del trabajo del primer año (mayor autonomía, conocimiento de espacios, relación consolidada con educadoras y compañeros…).
Llegados a este punto, en estas edades nos planteamos otras cuestiones a nivel de aprendizaje: ¿Cómo introducir conceptos nuevos en el aula?, ¿qué secuencia es la adecuada?, ¿cuál es nuestro papel?, No debemos olvidar que:
En el trabajo de grafías, trazos, figuras geométricas y su representación utilizamos múltiples recursos en el que el propio niño/a es el que crea. Primero espacios grandes de trabajo como papel continuo, suelo, arena, usando utensilios que necesitan poca precisión como brochas, esponjas, sus manos, etc…; cuando consideramos que el concepto está más interiorizado limitamos el espacio y el utensilio se reduce siempre que el niño/a haya adquirido precisión óculo-manual usando papel más pequeño y utensilios plásticos como rotuladores, tijeras, etc…
Por este motivo desechamos las fichas de trabajo que vienen comercializadas ya que en éstas el modo de trabajar conceptos es limitado y el ritmo individual y la vivencia que el niño/a debe tener sobre todo lo que le rodea no existe. Es la educadora quién secuencia el trabajo, los recursos, siempre teniendo en cuenta al niño/a y al grupo.
No debemos olvidar que trabajamos con personas, no importa la edad, que merecen todo nuestro respeto, nuestra obligación es conocer profundamente todo lo que acontece en los niños/as de esta edad, saber cómo van madurando para poder ayudarles a crecer y hacerse adultos íntegros. La educación infantil es el primer paso.